1. Ayer se publicó en La Jornada dos viejos problemas de la economía mexicana: a) Que el sistema de ahorro para el retiro (SAR) de los trabajadores mexicanos posee recursos “ociosos” por casi 290 mil millones de pesos que pudieran invertirse en financiamiento de empresas y proyectos, que las Afore han destinado 149 mil millones en diversos instrumentos de inversión, pero aún puede canalizar más recursos de los trabajadores. b) El otro asunto importante es que México ocupa el segundo nivel más alto de pobreza en menores entre 36 naciones de la OCDE Unos cuántos voraces que se lanzan sobre el dinero y millones de niños hambrientos.
2. Es una contradicción: mientras en México hay cinco mil multimillonarios que realizan gigantescos negocios porque poseen todo el poder, existen 100 millones de pobres y miserables –entre ellos los niños- que viven en la desesperación. Preguntan las Afore: ¿Por qué México tiene tantos miles de millones de pesos ociosos que pueden ser invertidos en negocios para ganar dinero en serio y si acaso se pierde no es de nosotros los capitalistas? ¿Para qué seguir hipotecando a México si poseemos el ahorro de los trabajadores para hacer negocios? Total los trabajadores ni saben ni se dan cuenta y sus representantes los compramos y ya.
3. El manejo de los recursos para la jubilación de los trabajadores –publicaron periódicos en febrero del pasado año- generó a las 12 administradoras de fondos para el retiro (Afores), en su mayoría propiedad de los grandes bancos que operan en el país, ingresos por comisiones que en 2013 sumaron 24 mil 343 millones de pesos, según revelan los últimos datos estadísticos de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorros para el Retiro (Consar). Las cuatro Afores más grandes: Banorte, Banamex, Profuturo y Principal, congregaron más de los dos tercios de los recursos derivados del cobro de comisiones (66.4 por ciento), que de manera conjunta se elevaron a 16 mil 163 millones de pesos.
4. No se olvida que tanto los gigantescos fraudes del Fobaproa, como de las Afores, fueron muy bien planeados durante los gobiernos de Carlos Salinas y luego de Ernesto Zedillo. Debe recordarse que a finales de los ochenta –cuando se fraguó el fraude electoral contra Cuauhtémoc Cárdenas- el sistema de pensiones estaba bajo la responsabilidad del IMSS; los trabajadores activos sufragaban las pensiones de los retirados, pero los grandes estrategas de las finanzas, ante un mar de dinero retenido de los trabajadores y la necesidad de acumular más ganancias, determinaron la creación del SAR (1996) que luego se transformó en 1997 en Afores y así invertir ese dinero de los trabajadores para provecho de los grandes bancos.
5. El Fobaproa, y su sucesor el IPAB, son instrumentos utilizados por el gobierno federal durante la administración del entonces presidente de la República, Ernesto Zedillo, para convertir las pérdidas económicas de los bancos privados en deuda pública, con montos estratosféricos que se siguen cubriendo y afectarán a varias generaciones de mexicanos. Este monumental fraude es inolvidable. Este suceso se ha convertido en el mayor desfalco monetario al país en los últimos tiempos, llamado también el fraude o el robo del siglo; ha sido un ejemplo claro de cómo el gobierno federal mexicano es altamente vulnerable a los intereses privados, y al mismo tiempo, un enorme negocio de las cúpulas de poder.
6. El Fobaproa, creado por Salinas en 1990 como “fondo de contingencia”, y puesto en marcha en 1994-95 por Zedillo, antecede a las Afores . L a crisis de finales de 1994 provocó el quiebre de empresas y familias ante los bancos y el cese de pagos por parte de los deudores. Una eventual quiebra de los bancos –dice el gobierno- habría colapsado la infraestructura productiva. Se aplicó el Fobaproa para absorber las deudas ante los bancos, capitalizar el sistema financiero y garantizar el dinero de los ahorradores. Los pasivos del Fobaproa ascendieron a 552,000 millones de dólares por concepto de cartera vencida. Dicho monto equivale al 40% del PBI de 1997, a las dos terceras partes del Presupuesto de Egresos para 1998 y el doble de la deuda pública interna.
7. El año de 1994 fue definitivo: No sólo surgió el levantamiento indígena del EZLN, el asesinato del candidato Colosio y el del líder camaral Ruiz Massieu, sino también se registró el famoso “error de diciembre” de ese año que colapsó la economía mexicana. A partir de este suceso, más la reprivatización de los bancos, se puede explicar el Fobaproa y las Afores en beneficio de los poderosos banqueros. Basta saber que las Afores controlan 50 millones 878 mil, 419 cuentas individuales de trabajadores mexicanos. Los SAR acumulan dos billones 48 mil, 392 millones a precios de mercado. Todos esos miles de millones que han aportado los trabajadores para su jubilación, son manejados por camarillas de banqueros, empresarios y políticos que los invierten de acuerdo a sus intereses particulares; además que su “administración” provoca ganancias de gigantescas comisiones.
8. Afores-Siefores (sociedades de inversión especializadas) adquieren ganancias fabulosas por administración; pero las mejores tajadas se las llevan en las inversiones y negocios que realizan con esa gigantesca cantidad de dinero que aportan más de 15 millones de trabajadores. No se de la cabecita pro empresarial que inventó ese negocio (pudieron ser los Chicago-boys o Friedmanianos que al parecer lo inventaron para luchar contra los allendistas y la izquierda) en práctica en Chile durante el gobierno del dictador asesino Pinochet (1973-92) siendo nuestros hermanos del cono sur del continente los que sufrieron los estragos que luego se extendieron en forma de neoliberalismo.
9. Según se sabe, el dinero de los trabajadores es usado no sólo para meterlo en el casino bursátil, sino que financia el déficit o se usa para comprar deuda pública, entre tanto los trabajadores pagamos comisiones lesivas a las Afores. Estos canallas multimillonarios usan nuestro dinero para su propio beneficio y además nos obligan a pagarles comisión. Sin duda es un negocio redondo. Pero todas las opresiones e injusticias del capitalismo contra los trabajadores continuarán en tanto nosotros sigamos subordinados a las clases dominantes. A veces sólo me provocan risa las protestas individuales o los enojos sin trascendencia. Todo depende de nosotros si queremos o no liberarnos en serio.
Blog del autor: http://pedroecheverriav.wordpress.com
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