domingo, 20 de septiembre de 2015

Fiesta por la independencia, muestra de repudio a Peña


El intervencionismo de EUA, y la dependencia del país


El 15 de septiembre de 2015 en México. Nada qué festejar. Pasó sin pena ni gloria. Es la fiesta patriótica de los mexicanos, más importante incluso que el día después: el desfile militar del 16, que causa gran expectación y familias enteras lo esperan año con año para presenciarlo en vivo y en directo.
El actual gobierno de Enrique Peña Nieto se lo ha ganado a pulso. Muestras de repudio generalizado según lo confirma una encuesta que reproduce CNN en español hace unos días: el 75% de entrevistados dice que el presidente “no hace lo necesario”. No ha resuelto los problemas principales de este país, y los mexicanos están inconformes con temas delicadísimos como la inseguridad —para la cual no hay visos de solución— también porque incluso en lo elemental Peña no ha podido, no ha querido o no sabe qué hacer.

No digamos asuntos delicados como los de Tlatlaya, o gravísimos como los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, y todo lo relacionado con la violencia desatada en varios estados del país, sino con los casos que le atañen de corte familiar y patrimonial, como la famosa “casa blanca” todavía no aclarado o no lo suficiente.

De todo lo que implica enfrentar los problemas de un país, puras promesas sin fundamento de volverse realidad. Si eso sucede con la política ni qué decir de la economía, que sobradamente refiere no entender. Un rumbo poco claro de país, por no decir que se trata de un barco a la deriva, sin timonel y en medio de la tormenta.

País a la deriva es todavía una clasificación moderada. Porque sopesando las cosas, el impacto de los problemas y las vías poco claras de salida, la cosa se pone delicada. Veamos algunos puntos.

Políticamente no ha inventado nada, salvo el “pacto por México”, que le permitió sacar a flote las “reformas estructurales” de corte salinista neoliberal. Bueno una reforma político-electoral que le dio al país la reelección desde Senadores hasta presidentes municipales a partir de 2018, pero apunta hacia la reelección presidencial, un asunto que le costó sangre al país, primero vino la Revolución Mexicana por ese motivo y luego Álvaro Obregón pagó con vida. Hasta los cambios del 2014 en la Constitución.

Económicamente tampoco, pues los cambios en materia energética, hacendaria, financiera o hasta en telecomunicaciones y de competencia —seguidas de la laboral calderonista-peñista—, no han traído ni traerán mejores condiciones, para la economía, para las empresas de todos tamaños, y mucho menos para los trabajadores desde que se impuso el outsourcing como método de contratación, desechamiento y control salarial y laboral. Contrariamente, los pasos seguidos con los del sistema financiero mundial en jaque. La reforma energética ha sido la estocada para la sociedad mexicana, puesto que llegarán las empresas multinacionales por el petróleo, el gas y demás.

Socialmente la inseguridad no cesa, porque no hay cambio de estrategia alguna que la instaurada por Felipe Calderón, de la confrontación violenta a los carteles de las drogas con sacar las fuerzas armadas a las calles. Las cifras de desaparecidos y asesinados aumentan, incluso con respecto al sexenio anterior. Y el combate no sirve para nada, más que violentar a la sociedad.

Los beneficios por las reformas penal, de amparo y transparencia, a la sociedad no le llegan y, o falta mucho o no llegarán por la pena de no poderse instrumentar. O no se aplican como se debe.

Resta resolver todo esto que se presume, le resta al país hablando de “reforma estructural”. Más tales no son otra cosa que la continuidad neoliberal de las anteriores (de Miguel de la Madrid a la fecha) que no han servido para otra cosa que hacer más ricos a unos pocos y pauperizar a las mayorías, clase media incluida. Todo con una inseguridad desbordada. Sea 15 o 16, ¿qué celebrar?

Abucheos de ¡“fuera Peña”! y ¡”faltan 43”!, revisiones para que nadie (incluso niños) pasara instrumentos como astas de banderitas, paraguas, piedras o cualquier otro objeto que pudiera lanzarse; más los rechazos en las redes sociales que abundan, como las pruebas de los “acarreados” desde varios municipios del Estado de México —donde sienta sus reales el Grupo Atlacomulco donde comulga su fe Peña Nieto—; es decir, personas trasladadas a la plancha del Zócalo de la Ciudad de México el 15 por la noche, para hacer presencia a la hora del grito de independencia. Así de festivo. Otra vez, ¿cuál independencia?

La que permiten los Estados Unidos de América; o sea, los gringos a un país como México donde por entrometimiento, injerencismo y violación de la seguridad nacional, los gobernantes (presidentes, y no de ahora porque la historia nacional tiene memoria) han autorizado, permitido, tolerado, oficializado, suscrito o admitido (más los calificativos que se quieran), los acuerdos, las presiones, las condiciones, las exigencias, por las buenas o a la malagueña, para abrir las puertas de par en par a los intereses de las empresas, de las multinacionales, los empresarios, la Casa Blanca, el FMI, el BM, la ONU, los presidentes en turno sean republicanos o demócratas, la CIA, la DEA, el Pentágono, la Usaid (entre otras instancias amañadas), a políticas como las inversiones libres, las licitaciones a su favor, los negocios turbios (venta de armas, tráfico de drogas, donde los principales beneficiados son los bancos, las empresas y las finanzas), la apropiación de recursos naturales y finalmente una guerra intestina contra el narcotráfico —donde los mexicanos son los caídos— como mecanismo de sometimiento y control, para la realización de jugosos negocios a beneficio de la elite del sistema financiero estadounidense y “global”.

Mídase la independencia de México, luego entonces, más allá de cualquier referencia enlistada, tras un análisis cuidadoso de todas las variables. Seguro que el país resulta gravemente dañado en todo lo referente a su seguridad nacional. La única tesis de su política de propaganda que no les ha pegado a los gringos en contra de México —aún y cuando internamente no faltan los voceros, muchos de los cuales pasan por guías de la opinión pública y periodistas—, es la del Estado fallido que a todas luces han querido implementar, sin importar el embajador en turno, llámese Jeffrey Davidow, Tony Garza, Carlos Pascual o Anthony Wayne.

Y otra más, la del terrorismo, cuando ha intentado por muchos medios calificar a los inmigrantes mexicanos de “terroristas”. Incluso a los carteles de las drogas asociarlos como aliados de Al Qaeda. Ninguno de estos calificativos ha encontrado sustento alguno. Ni lo encontrarán, porque desde luego no lo hay.

En otras palabras, que buena parte de la situación por la que pasa México es por la irresponsabilidad de sus gobiernos internos, sumado a lo cual está toda la amenaza procedente del exterior, particularmente de los gringos que el Estado no ha sabido o no ha querido contener. Por el entrometimiento en los asuntos internos de México. Mejor dicho: el contexto de la (in)dependencia.

Twitter: @sal_briceo

US interventionism, and the country's dependence


The September 15, 2015 in Mexico. Nothing to celebrate. It went unnoticed. It is more important even than the day after the Mexican Patriotic Party: 16 military parade, which causes great expectation and families expect it every year to witness live and direct.
The current government of Enrique Peña Nieto has earned. Widespread condemnation samples as confirmed by a survey that reproduces CNN in Spanish a few days ago: 75% of respondents said that the president "does not take steps." It has not solved the main problems of this country, and Mexicans are dissatisfied with very delicate issues such as insecurity -for which there is no sign of solution-also because even in elementary Peña could not, did not want or do not know what to do .

Not to mention sensitive issues such as Tlatlaya, or grave as Ayotzinapa 43 missing, and everything related to the violence in several states, but in cases that concern family court and heritage, like the famous "home white "not yet cleared or not enough.

Of all that implies facing the problems of a country, pure unsubstantiated promises come true. If that happens with politics not to mention the economy, which refers not understand too well. An unclear direction of the country, to say that is a ship adrift without coxswain and amid the storm.

Country adrift is still a moderate rating. For weighing things, the impact of the problems and unclear ways out, it gets delicate. Here are some points.

Politically it has not invented anything except the "Pact for Mexico," which allowed him to bring out the "structural reforms" neoliberal Salinas court. Well a political-electoral reform that gave the country from Senators up for reelection mayors from 2018, but points to the presidential election, an issue that cost him blood to the country, first came the Mexican Revolution for that reason and then Alvaro Obregon paid alive. Until 2014 the changes in the Constitution.

Economically either, since changes in energy, Fiscal, financial and telecommunications to -seguidas matter and competence of the Calderon-peñista- labor, have brought or will bring better conditions for the economy, for businesses of all sizes, and much less for workers from the outsourcing as a method of recruitment, dismissal and wage and labor control was imposed. Conversely, the steps taken with the global financial system in check. Energy reform has been the thrust for Mexican society, since multinational companies come from oil, gas and others.

Socially insecurity continues, because there is a change in strategy that established by Felipe Calderon, the violent drug cartels to take military confrontation on the streets. The numbers of missing and murdered increase even over the previous six years. And the fight is useless, rather than violence to society.

The benefits for the penal reform, protection and transparency, society will fail and either a long or come by the pain of not being able to implement. Or not applied as it should.

Resta solve all this it is presumed, it undermines the country talking about "structural reform". More such are nothing but the continuation of previous neoliberal (Miguel de la Madrid to present) who have not served for anything other than make a few rich and impoverish the majority, including middle class. All with an overflowing insecurity. Whether 15 or 16, what celebrate?

Boos "outside it"! and "missing 43" !, reviews for anyone (including children) pass instruments such as horns of flags, umbrellas, stones or any other object that could be launched; more rejections in social networks abound, as evidence of the "carriers" for several municipalities in the state of Mexico, where their real feel the Atlacomulco Group communes where their faith Peña Nieto; ie transferees grilled Zocalo Mexico City 15 at night, to make presence when the proclamation of independence. So festive. Again, what independence?

Allowing the United States of America; that is, the gringos to a country like Mexico where for meddling, meddling and violation of national security, the leaders (presidents, not now because national history has memory) have authorized, permitted or tolerated, officially signed or allowed (more qualifiers that are wanted), agreements, pressures, conditions, requirements, by hook or Malaga, to open the doors wide to the interests of companies, multinationals, entrepreneurs, the White House, the IMF, the World Bank, the UN, the presidents in turn are Republicans or Democrats, the CIA, the DEA, the Pentagon, USAID (including rigged instances), policies such as free investments, tenders his favor, shady business (sale of weapons, drug trafficking, where the main beneficiaries are the banks and finance companies), the appropriation of natural resources and finally an internecine war on drugs, where Mexicans are the fallen - as a means of subjugation and control, performing lucrative business to benefit the elite of the US financial system and "global".

Measure the independence of Mexico, after then, beyond any reference listed, after careful analysis of all the variables. Surely the country is badly damaged on all matters relating to national security. The only argument of its policy of propaganda that has not stuck them to the Americans against Mexico -even as internally no shortage of spokespersons, many of which pass through guide public opinion and journalists, is the failed state who obviously they have wanted to implement, regardless ambassador to turn, call Jeffrey Davidow, Tony Garza, Carlos Pascual and Anthony Wayne.

And another one, that of terrorism, when tried by many means qualify Mexican immigrants as "terrorists". Even the drug cartels associate them as allies of Al Qaeda. None of these adjectives has found no sustenance. Or you will find it, because certainly there is not.

In other words, much of the situation in Mexico is passing by the irresponsibility of their domestic governments, which is added to all threat from outside, particularly from the Americans that the State has been unable or unwilling contain. By meddling in the internal affairs of Mexico. Rather, the context of the (in) dependence.

Twitter:@sal_briceo

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